jueves, 27 de enero de 2011

Add-ita

Desde el principio de los tiempos el ser humano ha formado grupos, de caza, de pesca, recolección etc. Han sido pocos los que se han aventurado a explorar el mundo sin más compañía que su sombra y han regresado vivos para contarlo.

Aunque se piense lo contrario los habitantes del inframundo seguimos siendo humanos con tendencia a agruparse, muchos creen que es cuestión de afinidades, pero no es así… se forman grupos porque el viejo instinto lo indica, aquel que le dijo a nuestros ancestros que debían unirse ahora nos dice lo mismo a nosotros: necesitamos unirnos para sobrevivir, claro nunca esta demás que los individuos del grupo compartan hasta cierto punto su manera de ver el mundo, si, lo sabemos, pedimos demasiado… con que tengan intereses afines basta.
Los iluminados no somos la excepción, tenemos que agruparnos, de otro modo, perderíamos la poca cordura que nos queda. Somos un grupo muy singular, todos diferentes con puntos de vista muy similares, con el paso de las semanas, los meses y los años nos hemos vuelto muy unidos llegando más allá de la simple supervivencia.
Somos familia, llegamos al punto de sentirnos de esa manera, sin embargo no buscamos nuevos miembros, menos aún si se presentan sin invitación. No nos juzguen de antisociales, convivimos con todos a pesar de las diferencias abismales entre grupos, hasta los ayudamos con las tareas y otras cosas, eso sí, cuando se trata de trabajo en equipo no hay quien nos separe.
Fue justo para un trabajo de esos que el personaje del que hablaremos en esta ocasión hizo acto de presencia.
Era el trabajo más importante del semestre, estaba todo listo, por primera vez no teníamos que hablar con el catedrático en cuestión por el número de integrantes, estábamos justos, nos organizamos de inmediato, ¿Para qué esperar? todos los demás en la sala aún no estaban completos, así que nadie nos pediría unírsenos.
Sin previo aviso se escucho - chicos…-
“Ay no, esta vez no...”- pensé de inmediato, ya sabía de quien se trataba, no tenía que voltear... solo dos personas tienen ese timbre de voz que me saca de quicio, una no estaba en la sala y la otra seguramente estaba detrás de mí.
El ambiente se tensó, nuestras caras reflejaban horror puro, pero disimulamos bastante bien para voltear a verla... mala idea. Nos topamos frente a frente con la mirada de cachorro bajo la lluvia que tanto odiábamos y le salía tan bien.
“Aquí vamos de nuevo”- Seguí pensando, mientras suspiraba con cierta resignación, estaba consciente de la que se nos venía encima porque todo el asunto recaería en Freya y en mí, no era ninguna novedad que desde hace algún tiempo Add-ita se había “integrado” a nuestras filas.
Esperen… ya sé lo que piensan, y para evitar malentendidos les diremos que Add-ita no es mala persona, incluso a nosotras nos cae muy bien, la apreciamos bastante. Aunque de eso a que queramos compañera de equipo… bueno, el trecho es grande, muy grande. Con eso aclarado continuemos con nuestra historia…
- ¿Cómo le haremos con el trabajo?- Continuo diciendo Add-ita.
Voltee con Freya, nos miramos un momento, suspiramos al mismo tiempo y volteamos hacia ella.
- Pensábamos reunirnos en la semana para…- Comenzó Freya.
- Eeh chicas… ya saben que trabajo…y- la interrumpió Add-ita.
- Lo sabemos, lo sabemos- Dijimos las dos al mismo tiempo.
- Tu solo consigue los comprobantes, ok…- le dije algo cansada de la misma cantaleta.
- Nosotros haremos lo demás…- concluyó Freya con el mismo tono cansino.
Nos sonrió a ambas con su cara de “no rompo un solo plato” y se fue a sentar, la vi alejarse y voltee a mi izquierda, como pensé Nightmare me miraba molesto.
- ¿Por qué aceptaron?- nos reprocho, a Nightmare no le agradaba Add-ita en lo más mínimo.
- Sabes bien que nunca hemos podido negarnos- le digo Freya molesta.
- Sí… que casualidad que nos dejan todo a nosotras, si ninguno de ustedes la quería en el equipo porque no hablaron…- le seguí yo.
- ¡La próxima haz tú el trabajo sucio! - le dijimos las dos y nos volteamos enojadas.
Nightmare no volvió a decirnos nada, sabía que no nos duraría mucho el enojo… Sabía también que el ser humano es un ser social, le gusta agruparse y, nos gustase o no, Add-ita había ido a parar con los Iluminados por alguna mala pasada del destino, quizás solo fue que nadie más la quería en su equipo, es que Luser, lo que se dice Luser no es… pero está a Años Luz de ser una Iluminada…

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