viernes, 28 de diciembre de 2012

En algún lugar de la Mafia

Salir del Inframundo era algo que esperábamos con ganas, pensábamos que algo mejor nos esperaba afuera, que no todo estaba perdido, la libertad estaba ahí sentada a la espera de que llegáramos. Jóvenes e ingenuos nosotros, soñadores y con expectativas todavía.

Como si todo lo que nos paso dentro no fuera suficiente para que nos empezáramos a dar cuenta de lo que realmente había afuera, “con algo de esfuerzo se puede lograr” decíamos… claro que se puede, pero necesitas algo más que esfuerzo y ganas para lograrlo.

Tuvimos que separarnos, era de esperarse, habría sido algo infantil pensar que seguíamos juntos al salir. De tratar de sobrevivir como un frente unido a un Hades en común, ahora cada uno tiene su propio submundo con sus habitantes para tratar de hacer y tener que deshacer, nada nuevo.

Por mi parte terminé en el lugar que nunca me imaginé, más que Inframundo parece Mafia, o eso sentí mientras firmaba. En este lugar a la cabeza de la “familia” rara vez se le ve, sin embargo sientes su mirada a tus espaldas a cada segundo.

Ni en mis sueños más locos se me ocurrió que terminaría justamente aquí, estoy lejos de ser lo esperaba, de ser administrador de sistemas ni hablar, aunque eso no necesariamente quiera decir que no tenga que tratar con Lusers, no sé por qué me sorprendió darme cuenta de que están en todos lados.

Se puede decir que tengo dos puestos por el sueldo de uno, dos jefes en medio de dos áreas diferentes, “mis dominios” se limitan a tres ordenadores, una impresora, un multifuncional que solo la hace de escáner y un lector de huella digital algo mañoso. Claro que no tengo muchas libertades, ni puedo meterles mano a los equipos, sin embargo con el informático que hay… no está de más echarle un vistazo al asunto antes de llamarlo por cualquier cosa.

Mi día comienza casi todos los días de la misma manera:

Soy la primera de mi oficina, tengo que asegurarme que todo esté en orden con el lector y la computadora a la que está conectado, para que puedan checar (en lo posible) en paz.

Si no me quedaron pendientes del día anterior me toca entregar papeleo a los representantes de las distintas sedes y de ahí a esperar que lleguen mis jefes. El resto del día se me va en encargos, oficios, mi propio trabajo (para lo que se supone estoy ahí), en ocasiones hasta me toca ayudarles con la tarea a los hijos Angustia Desidia.

Ella es una señora joven que se angustia por la carga de trabajo que en su mayoría no le corresponde, pero no se decide entre sí debería decir algo al respecto o quedarse como esta, sus retoños no ayudan mucho a sus nervios, sin embargo es una buena persona, una trabajadora a la que le cuesta llegar temprano en las mañanas. Para mi infortunio es medio Luser, aunque trata de no serlo, respeto eso.

La señora D (como voy a llamarla a veces) no es la única superior que tengo, ya saben cómo es esto dos puestos dos jefes... El segundo es Pedro White, el nombre le queda muy bien, me recuerda a Perry White el editor del diario el planeta, porque le encanta editar cuánto escrito llega a sus manos, el señor White detecta una falta de ortografía o error de dedo en segundos, claro, siempre que no sean los suyos.

A veces cuando hablo con él me recuerda a “Yotengoun” Mr. White no tiene un “lo que sea”, si no que su mamá, su abuela, su hermano ó su tío dice, decía, o le contó alguna vez... anda !Todos a bordo! al tren de la memoria, no me explico cómo es que la conserva en excelente estado, después de algunos meses de convivir con el señor estoy casi segura de que el espacio en su cerebro destinado a la memoria es superior al de los simples mortales, aunque al parecer su concentración tuvo que sufrir una reducción en compensación, el hombre es mono tarea al extremo.

No importa que tan extraños sean mis jefes son los más completos en este lugar esto es algo así como el apocalipsis Luser, aún no se cómo se contagia, al principio sospeché que era por el aire, sea cual sea el virus parece despertar al Luser latente en cada uno, no es por el aire, es por los años el virus actúa de forma lenta muy lenta, los síntomas son evidentes:

- Se pierde el sentido común.
- La lógica falla estrepitosamente.
- Tu cordura es parte del recuerdo de los que te rodean.
- Repites lo mismo una y otra vez.
- La terquedad se eleva a niveles insospechados.

Y esos son solo los que he podido notar en el corto tiempo que tengo aquí. Tal panorama asustaría al corazón más valiente, me queda descubrir cómo contrarrestarlo, si es que se puede, por lo pronto resisto como los Iluminados me enseñaron (además trato de recordar el BOFH-Zen que guía a Wardog).

De todos los lugares de esta aparente mafia vine a caer a Luservicios Administrativos. Solo espero salir de aquí con mi cerebro intacto.

Z/N: De ahora en adelante las entradas variaran entre El Inframundo y Luservicios Administrativos, espero no sea muy confuso.

Oh! casi lo olvido Freya les tiene algo preparado entre submundos.





jueves, 17 de mayo de 2012

Herbicida


Suena a un producto para deshacerse de plagas ¿A que si?, bueno, a menos que tomes a los habitantes de una sala del inframundo como una plaga, si no, estas algo perdido. Deja te explicamos:

Herbicida es una de las varias catedráticas que nos topamos estando en el inframundo, no fue la mejor, más bien de las peores…

Su clase es como un infomercial interminable, de aquellos que antes solo los encontrabas a altas horas de la noche por los canales más vistos (que ahora los pasan a toda hora). No importaba mucho cual era el mal que te aquejaba, ella tenía el “suplemento alimenticio” ideal para ti. Daba igual si le pedías prescripción o no, te la daba de todas formas.

Martes, Jueves, no importaba el día, sabías que sería gris, insulso si tenías lección con ella, para algunos presagiaba tormenta, ellos eran los más vulnerables, los débiles, blancos perfectos porque conocían sus afecciones y las odiaban, deshacerse de ellas era su gran deseo solo no terminaban de encontrar el mejor o el método más efectivo para lograrlo.

Debías tener cuidado de lo que decías en su presencia, aunque la mayoría de las  veces no era necesario decirlo nuestra protagonista tiene radar para todos esos malestares, bastaba con verte supongo, con eso ya tenía el diagnostico, claro, en lugar de en plan médico profesional, lo suyo era el discurso atrayente de cualquier vendedor ambulante cuando este sabe lo que hace, ella como vendedora era excelente maestra, su discurso era repelente.

Nadie quiere comprarte algo si empiezas enumerándole los defectos frente a sus compañeros de cel... sala, si hay algo que no quieres hacer ni siquiera bajo amenaza es darle armas a tus “pares” para destruirte. Podrías aguantarle todo eso si tan solo su clase fuera buena o, ya por lo menos supiera de qué estaba hablando, ahora creo que era pedir demasiado, digo uno no puede idear tanto comercial y al mismo tiempo planear una lección que valga la pena.

Hasta la fecha hay quien defiende que es una mente brillante, que no es solo conoce el tema de sus lecciones si no que es la mejor en su rama, ¡JA! Afirmar tales disparates deja entre ver que jamás tuvieron que atender una clase con herbicida, por eso mismo nos la asignan cada nuevo ciclo… no tienen idea.

Era un martes como cualquier otro, una vez más tocaba lección  con herbi , así que para evitarnos rollos nos enfilamos a la sala  de practicas cual grupo de ovejas al  matadero a paso lento y sin esperanzas. “Después del infomercial... lo demás como sea” , “Después del infomercial... lo demás como sea” Repetíamos la frase una y otra vez a manera de mantra, ayudaba... la mayoría de las veces, pero nada nos hubiera preparado para lo que  íbamos a enfrentar aquel memorable día.

Ya estábamos dentro de la sala, los flamantes ordenadores  de hace mil años nos daban la bienvenida, mientras Herbicida por su parte  nos recibía con su discurso de la semana. Así empezó la lección , se bien que todos  nos confiamos lo peor ya había pasado, ahora sé que seguíamos siendo ingenuos al creerlo.

- Jóvenes, lo que vamos a hacer hoy es  muy sencillo, se pondrá en practica todo lo que hemos visto en las ultimas semanas - Comenzó a explicar.

- ¿Vamos?- le susurre a Freya aguantando la risa.  Cuando decía Vamos lo  que quería decir es “Van, yo criticare su trabajo hasta cansarme “.

Ella no me contestó, no tuvo tiempo por que lo que escuchamos después nos dejo mudas.

-... Incrementar un asterisco basándose en la tabla que les puse e imprimir el resultado...- Terminó de explicar satisfecha.

Freya y yo nos vimos, estábamos una a lado de la otra  con cara de  WTF...

- ¿Se puede?- Le susurre.

- ¿Qué? ¿Incrementar un carácter?- Me preguntó Freya como si le hubiesen hablado en alemán.

- No, darle con el monitor en la cabeza  para ver si se le acomodan las ideas-  Le dije aguantando las ganas de reírme a carcajadas.

Logre que ella sonriera, bueno, más que sonreír se  tuviera que tragar la risa como estaba haciendo yo.

- Necesitas una variable... - me respondió después de un rato cuando se calmo un poco.

- Que lo contenga- Terminé como era usual en nosotras.

- Jajaja es que no puedes sumarle 1 a un “*”,  a menos que tenga un valor asignado...- Me siguió diciendo.

A ese punto era increíble que no nos hubieran callado, Claro que solo eran susurros, volteé a los lados para ver las reacciones de los demás en la sala, me lleve tamaña sorpresa al ver que solo eramos nosotros, Nightmare cuchichaba con ShadowLigth, Medieval aprovechando que estaba hasta atrás se reía a gusto y Add-ita tenía el ceño fruncido en señal de que algo no iba bien.

Los demás no parecían reaccionar, es más, estaban concentrados tratando de lograr lo que les pedían tal y como se los estaban pidiendo, sin respingar, sin cuestionar, sin pensar.

- Desesperan...- Murmuré, Freya solo me miro interrogante - Nada,  bueno... ¿Se lo dices tu o se lo digo yo?- Freya solo me sonrió, me tocaba a mi.

Levante la mano para llamar la atención de Herbi.

- He...Maestra, esta segura que...- Comencé, me miro de forma extraña y me interrumpió.

- Jóvenes tenemos dos semanas viendo esto, ¿Aún no lo entienden?- Dijo de manera exasperada, con ese tono de voz que nos molestaba a todos  de  “se los expliqué con manzanitas”.

- Hasta donde yo se llevamos semanas estudiando los ciclos, que yo recuerde nunca mencionó nada de como sumarle 1 a un caracter- Me dijo Freya al oído.

- No te falla la memoria, nunca lo mencionó- le aclaré rápidamente.

Herbicida seguía con su discurso de como durante esos días nos había explicado hasta el cansancio bla... bla... bla... Esperamos pacientemente a que terminara de hablar, al fin, sabíamos que seguía:

            1. Trataba de explicarnos como hacerlo, sin éxito, dejándolo de tarea.
ó
            2. Trataba de hacerlo, sin éxito, y lo dejaba de tarea.

Suponemos que en su mente eso era “ganar, ganar” aunque no sabemos que era lo que ganaba, a nosotros a ese punto ya nos daba lo mismo, con San Google, Santa Wikipedia, Cristalab y Foros del web a nuestra disposición fuera de las paredes del inframundo, que dejara eso y más.

Se decidió por la segunda, el resto de la lección se nos  fue en un intento fallido tras otro. Para ser justos debemos admirar su perseverancia, mira que intentarlo durante una hora y quince minutos tiene su mérito, a eso le llamamos ser terco.

Z/N: Según me han dicho hasta la fecha aún lo intenta, solo que ahora se lo pide a las nuevas generaciones... ¿Me parece a mi o alguien se tomo muy enserio eso de el que persevera alcanza?